lunes, 13 de agosto de 2012


El gobierno municipal alerta a los texmeluquenses sobre el consumo de hongos silvestres











Comercializar, distribuir e ingerir hongos silvestres pone en peligro la vida.
El Honorable Ayuntamiento informa que durante la presente temporada, vigilará que se no se comercialicen hongos silvestres, en el Mercado Domingo Arenas y puestos semifijos, con el objetivo de asegurar la salud de los Texmeluquenses, las actividades de vigilancia estarán enfocadas a la prevención e identificación del riesgo potencial de consumir hongos, advirtiendo que no todos son venenosos pero en un marco de prevención es factible evitar el consumo de este producto, también hace un llamado a la responsabilidad ciudadana para que se abstenga de correr este riesgo mortal.
Cada año  es una costumbre en las familias Texmeluquenses, consumir hongos silvestres, tradición gastronómica que representa un agasajo al paladar, debido a que la temporada estimula el abastecimiento de este producto, sin embargo el Gobierno Municipal alerta a la población sobre los riesgos que implica consumir hongos no comestibles ya sea cultivados en traspatio o adquiridos en cualquier central de abastos de alimentos perecederos, insistiendo en invitar a abstenerse de realizar esta práctica.
Es muy importante  conocer los síntomas que genera la ingesta de hongos tóxicos, la cual  se presenta en dos fases de 6 a 24 horas la primera de ellas es la fase gastrointestinal que puede durar de 12 a 36 horas en la que los síntomas son nauseas, dolor abdominal, vómitos, diarrea profusa y puede conducir a deshidratación y shock, posteriormente comienza la fase de mejoría aparente con una duración de 12 a 24 horas en la que el paciente se encuentra asintomático y se detecta aumento de enzimas hepáticas.
Finalmente,  se exhorta a la responsabilidad de los Texmeluquenses, principalmente aquellos que viven en zonas rurales, a evitar la recolección, comercialización, distribución e ingesta de hongos silvestres a fin de impedir intoxicación o muerte y no realizar pruebas falsas de toxicidad como el uso de ajo, cucharas de palta o monedas de cobre ya que estas medidas no siempre son acertadas ni evitan consecuencias que desencadenen en la fatalidad, y a acudir de manera oportuna a cualquier hospital o cetro de salud ante la menor sospecha de haber consumido este producto y haber puesto en riesgo la salud y la vida.

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